Vi crecer una luz velera
eran las vecinas
haciendo querella en sal.
Aladas
eran amigas de las de allá,
de los orilleros
se mecían corazón a razón
se abrigaban cesar tras pesar
en las ganas de amarrar.
Desbordado el apetito
en su temple
mis mujeres
mis mujeres
ardían en familia y siesta.
Llegaban en luces
sobre un caballo de cristal ovillado
de lana cruda.
En alfombra carmesí
solían beber
restos de arena en jornada de carnaval.
Lucían brillantina al hombro
se inundaban de color
se trepaban a la tabla
se apoyaban a la placita
del árbol flacucho.
Los frescos escotes
aliviaban a los gurises
engordaban la casa
agotaban el parral.
agotaban el parral.
A esa altura la labor
ya era de ellas
habían probado la forma
el disfraz y el fruto.
En una noche caliente
habían perdido el tino
vuelta la yerba
vuelta a tener voz
la anacahuita
vuelta a tener voz
la anacahuita
sedienta de arroyo
se acunaba en el pasillo.
Poèminas Marzo 2016 Comuna Mujer -IMM